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El aloe vera es un gran antioxidante, que no sólo hidrata y rejuvenece la piel, también es un excelente regenerador de las células cutáneas dañadas por el sol, gracias a su riqueza en nutrientes y sus propiedades emolientes.
Aunque nos hayamos protegido correctamente, tras un baño de sol la piel siempre se reseca y puede que la notemos tirante porque necesita rehidratarse.
Los geles y las lociones de aloe vera puro actúan tanto a nivel epidérmico (externo) como dérmico (interno) y, gracias a su poder refrescante y calmante, la piel recobra en pocas horas su estado habitual, evitando la descamación y fijando el bronceado. Esto último se debe a la capacidad que posee el aloe de alargar la vida de las células cutáneas: al conseguir que duren más también dura más el color.
Hay que elegir siempre productos ecológicos, que se elaboran con aloe vera natural de cultivo ecológico y están formulados sin colorantes, parabenos ni perfume. Su textura no grasa se absorbe perfectamente y dejan la piel sedosa y nutrida, a la vez que proporcionan una inmediata sensación de bienestar.
El porqué de sus propiedades regeneradoras y curativas se halla en la gran cantidad de nutrientes que atesora esta planta milenaria, al mismo tiempo que hidrata y estimula la producción de colágeno (el responsable de la elasticidad de la epidermis) incluso en zonas problemáticas, como codos, talones y rodillas.
Asimismo, tiene un importante efecto antiinflamatorio y cicatrizante, muy adecuado para las irritaciones y quemaduras solares porque reconstruye la primera capa de la piel y restaura los tejidos. Por ese mismo motivo, es igualmente recomendable aplicarlo tras la depilación o el afeitado.
El sol no pasa únicamente factura a nuestra piel, el pelo también sufre lo suyo (en ocasiones incluso más) y suele ser el gran olvidado.
Para reparar el daño solar, nutrir el cuero cabelludo y eliminar las células muestras basta con mezclar un poco de gel de aloe vera con el acondicionador o mascarilla habituales y dejar actuar unos minutos antes de aclarar.
El cabello queda suave, brillante y fortalecido y, además, se acelera su crecimiento y se previenen la caída y las roturas de la fibra capilar.
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