La naturaleza nos ofrece endulzantes naturales para diabéticos, como el azúcar de coco, la estevia o el azúcar de abedul. Los edulcorantes artificiales, pueden desencadenar reacciones nada deseables en el organismo. Es el momento de buscar nuevas opciones, más naturales, para endulzar la dieta.

Un estudio reciente publicado en la revista Nature afirma que el consumo continuado de edulcorantes artificiales puede producir un importante desequilibrio de la microbiota intestinal, hecho que deriva en una intolerancia a la glucosa más elevada incluso en personas no diabéticas. Por tanto,
el uso indiscriminado de edulcorantes como la sacarina (E-954), el acesulfamo (E-950) o el aspartamo (E-951) no es aconsejable.
Endulzantes naturales para diabéticos
Por suerte, la naturaleza nos ofrece opciones más sanas que el azúcar refinado o los edulcorantes artificiales. Te presentamos tres alternativas naturales adecuadas para diabéticos, prediabéticos y para aquellos que quieren regular su índice glucémico y así evitar picos de azúcar en la sangre.
Se obtiene del calentamiento de la savia de la flor de coco. Su aspecto es similar al azúcar moreno y su sabor recuerda al caramelo. Tiene un índice glucémico (IG) de 35. En el caso del ecológico, se procesa muy poco, de manera que la mayoría de sus nutrientes (hierro, potasio, zinc, calcio, etc.) quedan intactos.
Se extrae de una planta familia de los girasoles, originaria de Sur América. Su sabor es ligeramente parecido al del regaliz. Lo más habitual es encontrar las hojas secas, trituradas o su extracto en crudo. Tiene un IG de 0. No aporta calorías y su capacidad para endulzar es hasta 300 veces mayor que la del azúcar.
Tiene su origen en la escorza del abedul, un árbol muy común en Europa. Tiene un sabor afín al azúcar de mesa y su aspecto es muy parecido al del azúcar blanco. Tiene un IG de 7, y un 40% menos de calorías que el azúcar común. Previene contra las caries y es alcalinizante.