Los fideos soba forman parte de la familia de las pastas japonesas tradicionales y pisan fuerte en la nueva cocina occidental. Se elaboran con trigo sarraceno, aunque hay variedades que contienen una mezcla de trigo. Delgados y de color oscuro, son perfectos para consumir durante el invierno gracias a su
aporte de proteínas, energía y calor.

El trigo sarraceno es uno de esos granos antiguos que cayeron en desuso y que la alimentación ecológica ha recuperado debido a su enorme riqueza en nutrientes. En realidad (y aunque se encuentre siempre junto a otros cereales como el arroz, el mijo o la avena), no se trata de un cereal. Sus características son similares, pero pertenece a la familia botánica de las plantas poligonáceas.
Otra puntualización necesaria es que si bien se conoce como trigo sarraceno, no es pariente del trigo común y
no contiene gluten, por lo que es perfectamente apto para celíacos.
Fideos soba en invierno
El trigo sarraceno destaca por su enorme contenido en proteínas de fácil asimilación. Igualmente, es muy rico en lisina, un aminoácido clave en la reconversión proteica que no es habitual en otros cereales. Según la clasificación de Eggum sobre la proteína limpia utilizable por el organismo, el valor más alto es para el huevo (94), mientras que entre los alimentos de origen vegetal, el mayor índice corresponde a la harina de trigo sarraceno (74), superando al arroz (70) y la avena (66). Cuando el trigo sarraceno se combina con en trigo, el índice sube a 81.
El
poder energético de los fideos soba tiene su explicación en la presencia de los hidratos de carbono, que liberan energía limpia durante horas. La medicina oriental recomienda el trigo sarraceno en casos de cansancio, apatía o depresión, y a los niños les resulta más fácil comer fideos soba que no el grano entero.
La medicina tradicional china considera al trigo sarraceno y al mijo dos productos de naturaleza caliente, ya que al comerlos
proporcionan calor al organismo. Justo lo contrario que ocurre con otros alimentos, como la fruta, que al ser de naturaleza fría refrescan rápidamente.
Fideos soba en la cocina
Una de sus grandes ventajas es la
versatilidad que ofrecen en la cocina. Pueden degustarse tanto fríos como calientes. Así, en invierno se toman con un caldo o bien salteados en el wok o en la sartén con verduritas, gambas, tofu o pollo. Y cuando llega el calor se pueden comer fríos, preparados con ingredientes de temporada y acompañados de diferentes cuencos de salsas frías para mojar.
En líneas generales se cocinan como cualquier otra pasta, pero considerando sus peculiaridades para disfrutar plenamente de su especial sabor y textura.
- Tiempo de cocción: pon una gran cantidad de agua a hervir en un recipiente amplio sin sal. Añade los soba, procurando que se sumerjan bien en el líquido, y deja cocer poco tiempo, no más de cinco minutos. Es recomendable seguir las instrucciones, porque el tiempo puede variar según el fabricante.
- Enjuagado posterior: una vez cocidos, escúrrelos con un colador y sumérgelos en un recipiente con agua fría, que se empezará a enturbiar. Cuando estén fríos, remueve bien para eliminar el almidón, escurre y enjuaga hasta que el agua salga limpia, y ya están listos para preparar la receta elegida.
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