Atención al cliente
De lunes a viernes de 9 a 20 h y sábados de 9 a 14 h (excepto festivos).
Los huevos ecológicos proceden de gallinas criadas sin sustancias químicas, ni iluminación artificial ni jaulas. Se alimentan de piensos ecológicos y, como consecuencia, los huevos que ponen tienen una mayor frescura, calidad y riqueza nutricional que los no ecológicos.
La principal diferencia entre la avicultura ecológica y la intensiva es la utilización de jaulas, que queda totalmente prohibida en el marco de la ganadería ecológica. Además de las cuestiones de requerimiento de superficie, en el sistema avícola ecológico no están permitidas las mutilaciones (corta de picos) y se requiere la existencia de nidales para las ponedoras. Por tanto, la avicultura ecológica cumple todos los requisitos orientados al bienestar animal.
Los sistemas de avicultura ecológica se centran en suministrar al mercado un huevo de alta calidad alimenticia, sin forzar a la gallina en sus ciclos de puesta. Los principios generales que se aplican según la legislación vigente son:
En cambio, en la avicultura intensiva las aves de puesta han sido sometidas a estudios de todo tipo, con el objetivo de encontrar cuáles son las condiciones que permitan alcanzar la producción más económicamente beneficiosa. Aunque, podrían aplicarse situaciones extremas, existe una legislación y una normativa para la defensa y protección de los animales. Uno de los objetivos productivos de estos sistemas es aumentar la densidad de población por unidad de superficie (que es mayor si las aves se crían en jaulas), tener un mayor control de la explotación y mejorar su mecanización. Las jaulas facilitan el control de los animales, la recogida de huevos y la automatización de la alimentación.
El huevo es uno de los alimentos más completos y un pilar de nuestra dieta. Es una fuente concentrada de nutrientes en comparación con la cantidad de energía que aporta y está compuesto principalmente por agua, proteínas, lípidos, vitaminas y minerales (Sauveur, 1993). El consumo de un solo huevo aporta, entre otros, el 51% de la ingesta diaria recomendada de vitamina B12, el 40% de biotina y tan solo el 6,7% de grasas (Instituto del Huevo, 2008).
La normativa de comercialización exige, desde enero de 2004, que los huevos lleven un código que informe sobre el origen del producto. En este sentido, se identifican cuatro tipos de cría que aparecen en el código impreso del huevo con los dígitos 0, 1, 2 y 3.
Fuente: M. D. Raigón – Dto. Química de la Escuela Técnica Suprior del Medio Rural y Enología. Universidad Politécnica de Valencia.