Todos conocemos las muchas virtudes de las
zanahorias y la cantidad de nutrientes beneficiosos que aportan, pero a la hora de comerlas nos falta creatividad y suelen acabar en una ensalada o en un sofrito.
Te explicamos paso a paso diferentes formas de cocinar zanahorias: marinadas, salteadas, a la papillote, en paté…

Una de las razones más poderosas por la que comer zanahorias es su
alto contenido en vitamina A, que es esencial para la vista y el buen estado de la piel. Es importante saber que la vitamina A es liposoluble, por tanto, si se añade a la cocción un poco de aceite la absorberemos mejor.
Existen muchas formas de comer zanahorias más allá del típico sofrito o la socorrida ensalada, pero antes de cocinarlas es aconsejable lavarlas con vinagre de manzana. Haz una mezcla con agua y pulverízalas, espera un minuto, rasca con un buen cepillo para verduras y empieza a cocinar.
Mil formas de comer zanahorias
A la papillote
- Corta las zanahorias muy finas en diagonal y alíñalas con aceite de sésamo tostado, salsa de soja y sirope de agave, melaza o concentrado de manzana.
- Termina el aliño espolvoreando las zanahorias con albahaca seca o cualquier condimento que te guste, por ejemplo, cúrcuma.
- Haz un paquete con papel vegetal y ciérralo de manera hermética con una mezcla de harina y clara de huevo, que mantiene bien cerrado el paquete y guarda todos sus vapores.
- Hornea unos 20-30 minutos a 200ºC, hasta que la bolsa se hinche.
Marinadas
- Corta las zanahorias en trozos y condiméntalas con aceite, soja y, si quieres, con alguna especia o un toque dulce.
- Hornea a 180ºC unos 15 minutos o hasta que los trozos estén blandos sin esperar a que se tuesten.
Salteado largo
- Corta las zanahorias con el método rodado. Se trata de una técnica japonesa en la que se hace rodar la zanahoria mientras se corta y cada trozo queda como si tuviera un pincho.
- Saltea con un poco de aceite y una pizca de sal marina, mezcla bien y tapa sin añadir agua. La sal permitirá que salga el agua de vegetación propia de la zanahoria.
- Remueve sin destapar tomando la cazuela con las dos manos y sacudiéndola de vez en cuando durante los primeros diez minutos para evitar que se peguen las zanahorias.
- Cocina a fuego medio unos 30 minutos hasta que estén blandas.
Al vapor y a la plancha
- Corta las zanahorias por la mitad a los largo, para obtener dos mitades.
- Hazlas al vapor sin sal, ya que los vapores son un poco salados y potencian el sabor propio de las verduras.
- Pásalas por la plancha brevemente con unas gotas de aceite y sírvelas con una picada de ajo y perejil.