Inspirado en los tradicionales panes de montaña, rústicos y consistentes, llega a Veritas el pan antiguo: una nueva especialidad que hacemos con diferentes harinas (centeno, espelta y trigo), nueces, miel de romero y semillas de chía.
Pan antiguo: sabor y tradición
Tras varios meses de pruebas y trabajo, nuestros maestros panaderos han conseguido un pan realmente especial, clásico y contundente.
Lo elaboramos artesanalmente, pieza a pieza, y está basado en la receta de una hogaza típica de los Pirineos que se hacía lentamente en las casas de montaña para afrontar las bajas temperaturas y aportar la energía necesaria durante los meses más fríos del año.
Siempre fieles a nuestra manera de hacer pan, hemos seleccionado la mejor materia prima ecológica para obtener un pan único, fruto de la afortunada combinación de tres harinas diferentes (de trigo, de espelta y de centeno), con nueces, miel de romero, leche entera y semillas de chía, un superalimento que le da un toque de modernidad y destaca por su aporte de proteínas completas, antioxidantes, fibra soluble y ácidos grasos esenciales omega-3.
Los sabores y aromas de los distintos ingredientes se funden y dan como resultado un pan de paladar intenso con el toque fresco de las nueces y el dulzor característico de la miel.
Miga esponjosa y corteza gruesa
Potente y sabroso, el pan antiguo puede consumirse solo, aunque es perfecto para maridar con patés o cualquier queso, especialmente requesón. Su miga es esponjosa, algo húmeda y de color crema debido a los pigmentos originales de las harinas ecológicas que utilizamos y que no han sido blanqueadas ni tratadas químicamente.
De corteza gruesa y crujiente, se conserva tierno varios días porque es la propia corteza la que lo protege. Para que el interior se hornee bien y la corteza no se queme, este pan necesita de una cocción prolongada y precisa, que realizamos en un horno con suela de piedra.
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