Muy tierna y sabrosa, la carne de pollo ecológico es además rica en proteínas y grasas saludables y no suelta nada de agua al cocinarla; lo contrario de lo que ocurre con el pollo no ecológico. Además, al ser un pollo rebozado con harina de garbanzos se acentúa el contraste entre el interior jugoso y el exterior crujiente.
Mezcla la harina de garbanzos con el agua hasta formar una masa homogénea. Añade las especias y un poco de sal, y remueve bien.
Sala las tiras de pollo, rebózalas en la mezcla anterior y pásalas por el pan rallado.
Pon aceite en una sartén y cuando esté caliente, incorpora los filetes rebozados y fríelos hasta que estén dorados, dándoles la vuelta cuando sea necesario.