La espelta es un cereal de la familia del trigo común que no ha sido manipulado genéticamente y por eso es más nutritivo, más sabroso, más digestivo y menos alérgico que el trigo. Se puede degustar de diferentes maneras y en Veritas lo encontrarás en harina, cuscús, galleras, pasta, copos, pan…

Estamos ante un antepasado del trigo que está considerado como el origen de toda la familia del trigo blando, el cereal que desde hace siglos alimenta a gran parte de la humanidad. Los primeros testimonios sobre su cultivo se remontan a 7.000 años aC, cosa que confirma que este cereal acompañó las primeras experiencias agrícolas del hombre.
Hace unos años, la espelta ha sido recuperada gracias a sus altos valores nutritivos, a su sabor agradable y a su versatilidad en la cocina. Se puede utilizar como el trigo común, para elaborar pan, galletas, harinas o cerveza.
Además, muchos médicos la recomienda porque han observado que cuando sus pacientes dejar de comer productos elaborados con trigo común e incorporan los elaborados con espelta, mejoran las llamadas subalergias o síntomas que no tenían explicación aparente, como problemas de piel, cefaleas, imposibilidad de adelgazar, etc.
Redescubriendo la espelta
El gran valor de la espelta es que no ha sido manipulada ni cruzada con otras especies y, por eso se considera un cereal puro. El hecho de mantener intacto su código genético original le confiere una serie de propiedades nutricionales que la sitúan por encima del trigo común.
- Alto porcentaje de proteínas, minerales y vitaminas: por lo que se refiere a proteínas, la tasa del trigo es de un 11.5% y la de la espelta del 15%. Aunque contiene más porcentaje de gluten que el trigo, las personas con dificultades de asimilación digestiva del gluten la toleran bien. Esto es porque la espelta no ha sufrido ningún tipo de manipulación.
- Aporta los ocho aminoácidos esenciales: una cuestión muy importante para las personas vegetarianas que no obtienen aminoácidos de productos animales.
- Es un excelente alimento antiestrés: favorece el descanso y el sueño, debido a su alto contenido en magnesio (0.15%), diez veces más de lo que aporta cualquier otra variedad de trigo.
- Regula el tránsito intestinal: porque tiene un alto contenido en fibra.
- No contiene colesterol: es rica en ácidos grasos esenciales que el cuerpo necesita ingerir (porque no los puede sintetizar) y que son indispensables para el buen funcionamiento cerebral.
- Estimula el sistema inmunitario: gracias a los glúcidos particulares mucopolisacáridos que contiene y que juegan un papel importante en la coagulación de la sangre y estimulan las defensas.
Animáte y prepara una
cazuela de verduras con espelta y una
calabaza rellena de garbanzos y espelta.