Durante las fiestas navideñas se suele abusar de productos refinados y procesados que, además de saturar el organismo, crean adicción, engordan y hacen perder el centro. Es el momento de recuperar los buenos hábitos alimenticios y aprender a comer con conciencia. ¡Bienvenido al retorno a la alimentación saludable!

En un primer momento puede ser agradable la sensación de comer un dulce o cualquier elaboración con harina blanca refinada, pero todo lo que sube tiene que bajar. Por eso,
cuando se eliminan los refinados y los procesados de la dieta suele aparecer la sensación de apatía, frustración, irritabilidad y hasta inseguridad.
Tratar de superar el bache con un bombón o un trozo de turrón sólo lo empeorará, ya que pronto volverás a tener un pico de azúcar que desencadenará una dinámica de desgaste emocional y físico: la falsa y rápida sensación de satisfacción y energía dará paso al cansancio, la desgana, la frustración y la culpabilidad.
Retorno a la alimentación saludable
Caldos que reconfortan
Para romper ese ciclo debes volver a una alimentación saludable y hacer ejercicio de forma regular. Por ejemplo, empieza preparando un buen
caldo de verduras ecológicas que crecen cerca de la tierra: calabaza, cebolla, repollo, zanahoria, chirivía… Toma una taza entre tres y cinco veces al día, antes de comer y tibio, y siempre que tengas la tentación de comer un bombón.
El sabor dulce natural del caldo nutre el elemento tierra (estómago, bazo y páncreas), que se ha visto dañado por el exceso de azúcares y harinas refinadas.
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Añade algas a tus platos
Las algas son grandes aliadas en la depuración del organismo de toxinas y es aconsejable incorporarlas más a menudo a tus platos, ya que aportan minerales de forma equilibrada. Un hecho especialmente recomendable en esta época porque el azúcar y las harinas refinadas, más allá de desorientar y engordar, también roban minerales.
Prepara un condimento de alga nori con dos o tres cucharadas de copos de nori hidratados con un poco de agua y unas gotas de sirope concentrado de manzana. Cuece dicha mezcla en un pequeño cazo hasta que el alga quede pastosa y añade en el último momento unas gotas de tamari y una cucharada sopera de zumo de jengibre fresco.
En el contexto de una alimentación equilibrada, este condimento ayuda a eliminar las grasas acumuladas a causa del exceso de refinados, purifica la sangre y optimiza la digestión.
Mastica cada bocado
Come con conciencia plena y olvídate de contar calorías. Comer no tiene que ser una lucha y hay que evitar las obsesiones y la culpa. Aprende y dedica tu mente a escuchar lo que realmente necesitas, y te mereces, en todo momento.
Siéntate siempre para comer, aunque solo sea una almendra (sin mirar la televisión, el móvil ni el ordenador), y mastica todos y cada uno de los bocados conscientemente.