Consejos
Slow food, la alimentación consciente
Comprar de manera consciente alimentos de temporada, locales y sostenibles, cocinarlos lentamente y degustarlos sin prisa: estas son las bases del movimiento slow food, que aspira a un mundo en el que todos podamos acceder y disfrutar de una comida buena para nosotros, para los que la producen y para el planeta.

EL slow food reivindica el volver a la cocina de antes y seguir una dieta saludable, equilibrada y ecológica, basada en productos de proximidad y de temporada, que son los mejores para el organismo, ya que la naturaleza nos ofrece en cada estación lo que necesitamos para estar en equilibrio.
Conviene prestar especial atención a la alimentación en todos sus aspectos.
Desde la compra hasta el momento de la degustación, pasando por el tipo de cocción. Y recuerda comer sin prisas y masticando cuidadosamente cada bocado.
Slow food, la alimentación consciente
Verduras de raíz, cereales integrales y proteínas vegetales
Comienza por priorizar el consumo de vegetales:
- Hojas verdes: col, escarola, espinacas, acelgas.
- Verduras de raíz: zanahoria, nabo, puerro, chirivía.
- Verduras que crezcan cerca de la tierra: coliflor, calabaza.
Para asegurar una energía estable, toma cereales integrales masticándolos bien y evita los azúcares refinados.
En cuanto a las proteínas, intenta que las vegetales superen a las de origen animal y disfruta del sabor de garbanzos, lentejas y judías de diferentes variedades: blancas, rojas, negras…
Y para redondear tus recetas añade picadas de fruta seca (nueces, avellanas, piñones) y semillas de calabaza, girasol, lino o cáñamo.
Escoge productos de proximidad
Por descontado, también hay que incluir en la dieta los alimentos que destacan por sus propiedades nutricionales y el potencial terapéutico: miso, algas y fermentos vegetales, como el chucrut, el kimchi o los pickles.
Pero antes de comprar, pregunta por la procedencia y escoge algas gallegas, miso catalán y fermentos vegetales elaborados por empresas próximas.
Apuesta por el comercio justo
Si tomas café, chocolate u otros productos que no sean de proximidad, escógelos de comercio justo certificado con el sello FairTrade.
Y no dudes en apoyar a las empresas con la certificación B Corp, que van más allá del objetivo de generar ganancias económicas e innovan para maximizar su impacto positivo en los empleados, las comunidades a las cuales prestar servicio y el medio ambiente.
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