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De L’Horta de València llegan las mejores ensaladas: frescas, ecológicas y listas para consumir. En Ecoama controlan todo el proceso –desde la selección de la semilla hasta la distribución– para lograr un alimento saludable y de máxima calidad, sin aditivos de ningún tipo.
¡Disfrutar de una ensalada completa, sabrosa y nutritiva nunca fue tan fácil!
Vicent Ruiz Romeu, fundador y gerente de Ecoama, empresa dedicada al cultivo y envasado de vegetales frescos listos para consumir, atesora más de 20 años de experiencia en la agricultura y lleva la tierra en la sangre: “Desde siempre he estado muy vinculado a la naturaleza y he tenido una gran conciencia medioambiental”, explica el valenciano.
Tanto para él como para su amigo y socio José Manuel Gutiérrez, las hortalizas ecológicas son imprescindibles en una dieta saludable, por lo que en 2016 alumbraron un proyecto que aunaba sus dos grandes pasiones: agricultura y medio ambiente.
Decidimos certificar ecológicas diferentes parcelas porque teníamos un objetivo claro: dar respuesta a una necesidad y acercar las hortalizas frescas ecológicas listas para consumir al máximo de personas. En estos años no hemos dejado de crecer y estamos muy agradecidos a Veritas por la oportunidad de distribuir nuestros productos; ambas compañías creemos en el valor de ofrecer alimentos de calidad a las personas y compartimos valores sobre ecología y sostenibilidad.
Vicent Ruiz Romeu, fundador y gerente de Ecoama.
El cultivo, la recolección y todo el proceso posterior tienen lugar en Meliana, una población situada en el corazón de L’Horta de València, una de las poquísimas huertas periurbanas que quedan en Europa. Durante siglos, la mezcla del agua, la tierra y la sabiduría de los campesinos han conformado un paisaje espectacular que cambia en cada estación gracias al clima típicamente mediterráneo, con inviernos suaves y veranos calurosos.
Nuestro entorno es un marco incomparable en el que el cultivo ecológico se integra a la perfección, respetando la biodiversidad y, a la vez, ofreciendo hortalizas llenas de sabor y excepcionalmente nutritivas; además, el manejo ecológico preserva el ecosistema porque está exento de fertilizantes y pesticidas químicos.
Vicent Ruiz Romeu, fundador y gerente de Ecoama.
La agrosostenibilidad se encuentra en su ADN desde que comenzó su andadura y toda su actividad está regida por prácticas sostenibles, desde la selección de las semillas hasta el envasado final.
Nuestros cultivos propios están en un radio de 5 km aproximadamente de la planta productora, lo que nos permite recolectar los vegetales en su máxima frescura y reducir así la huella de carbono y el impacto ambiental.
Vicent Ruiz Romeu, fundador y gerente de Ecoama.
No contaminan el aire ni el agua ni la tierra, y fomentan la agricultura de proximidad cultivando artesanalmente las hortalizas y respetando sus etapas de crecimiento. Al mismo tiempo, echan mano de avanzados sistemas tecnológicos para elaborar sus ensaladas de cuarta gama con los estándares de calidad que requiere este tipo de producto.
La planta productora se abastece de energía fotovoltaica gracias a una instalación de placas solares; invertimos recursos para mejorar constantemente el envase y que sea lo más sostenible posible, al tiempo que garantiza la seguridad alimentaria, y actualmente todos los envases de nuestras referencias de cuarta gama son biodegradables.
Vicent Ruiz Romeu, fundador y gerente de Ecoama.
Las ensaladas ecológicas Ecoama están listas para consumir y no hace falta lavarlas; tras pasar por una cuidadosa técnica de selección, cortado, lavado, secado y embolsado, llegan a Veritas en menos de 24 horas. Muy frescas, poseen un alto contenido en fibra y son fuente de ácido fólico, vitaminas A y C y minerales, como calcio, hierro y magnesio, entre otros nutrientes.
Puedes elegir entre bolsas de una sola hoja (espinacas, acelgas, rúcula silvestre, escarola o brotes de kale) o bien mezclas ya preparadas: hortelana (con rúcula y hojas de lechuga frisée, lollo rosso y trocadero rojo), mixta (una combinación de lechugas frisée, lollo rosso y hoja de roble roja) y vital con superalimentos (a base de brotes de kale y de espinacas y lechugas frisée y lollo rosso).
¡Tenlas siempre a punto para preparar tus ensaladas favoritas o tus salteados más tiernos!
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En pleno Parque Natural del Delta del Ebro –entre arrozales, salinas, dunas, playas y marismas– Humbert y Meritxell, bajo la marca Kenshô, elaboran diferentes tipos de miso con una variedad de arroz mediterránea, siguiendo la técnica tradicional japonesa y de forma ecológica y sostenible.
La historia de Kenshô es la historia de Humbert Conti y Meritxell Jardí, dos enamorados de la gastronomía japonesa que un día tuvieron la idea de hacer sake con arroz del Delta: él, ingeniero especialista en negocios sostenibles; ella, ingeniera agrónoma y cuarta generación de una saga de arroceros de la zona. Desde el primer día, querían desarrollar y mantener el patrimonio local a nivel agrícola, cultural y medioambiental, y el primer paso fue recuperar una antigua masía de la familia de Meritxell en La Ampolla para convertirla en su centro de operaciones.
El segundo paso se complicó más porque nadie había intentado replicar la técnica japonesa con arroces mediterráneos.
Tras muchas pruebas dimos con la variedad autóctona ideal: el arroz marisma; un grano grande, con mucho almidón en el núcleo y perfecto para elaborar el primer sake mediterráneo ecológico, nuestro gran éxito.
Humbert Conti, impulsor de Kenshô.
Además, “al trabajar con una variedad antigua y local, en equilibrio con el ecosistema, contribuimos a la biodiversidad y tenemos menos problemas de plagas porque es un arroz fuerte y resistente”, añade Meritxell.
La idea original surgió en 2009, pero no fue hasta 2015 que lanzaron su primer producto, y en 2019 comenzó la colaboración con Veritas.
Nos parecía inalcanzable y cuando se presentó la oportunidad no lo dudamos un instante; la relación ha superado nuestras expectativas y en este tiempo, además de suministrarles miso y amazake, hemos colaborado regularmente con los talleres que ofrecen Alf Mota, Mareva Gillioz, Nerea Zorokiain y Camila Loew.
Meritxell Jardí, impulsora de Kenshô.
Gracias a la acción del koji (un hongo del arroz), transforman el arroz en alimentos sabrosos y saludables mediante la fermentación, que no deja de ser un método de conservación utilizado desde la antigüedad.
Los fermentados son clave para cuidar y recuperar el sistema digestivo, ya que contienen probióticos naturales.
Meritxell Jardí, impulsora de Kenshô.
Todos sus productos están certificados por el CCPAE, se elaboran de manera artesanal y sin pasteurizar, sin conservantes ni azúcares añadidos, y tienen un sabor umami natural.
Considerado un alimento medicinal en Japón, el miso fue durante siglos el manjar favorito de la familia imperial y los samuráis. Aunque elaborado según el sistema tradicional japonés, el miso Kenshô es esencialmente mediterráneo y está disponible en Veritas en dos variedades: shiro miso y miso de garbanzos y arroz; el primero es un miso de arroz y soja ideal para sopas suaves y para preparar salsas, aliños, etc., y el segundo es de garbanzos y arroz (sin soja) y es el perfecto sustituto de la sal y un gran potenciador de alimentos.
El amazake de arroz blanco es una crema dulce y cremosa a base de arroz fermentado. Durante la fermentación, los enzimas del koji rompen los polisacáridos del cereal en azúcares, de ahí su sabor naturalmente dulce sin necesidad de añadir azúcares. Está considerado el yogur japonés porque, gracias a su contenido en fibra, regula las funciones intestinales.
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Los risottos Veritas y las recetas de quinoa y preparados para sofrito de La Despensa Social combinan ingredientes ecológicos con superalimentos de gran valor nutricional. Sin conservantes, colorantes ni aditivos, los elaboran artesanalmente personas con discapacidad intelectual, que depositan todo su cariño en el trabajo y luchan día a día por demostrar sus capacidades.
El compromiso social, la ética en el proceso de producción y la transparencia del origen del alimento se han convertido en ejes fundamentales de la decisión de compra de los consumidores. Estos valores forman parte del ADN de Veritas y los compartimos con el grupo TEB (Taller Escuela Barcelona), uno de nuestros proveedores más especiales y queridos.
El grupo nació en 1965 del compromiso y la convicción de familias con hijos con discapacidad intelectual que, al amparo de un espíritu cooperativista, han ido construyendo un engranaje de centros especiales de trabajo sin ánimo de lucro, servicios de viviendas especializados y de inserción laboral, fundación tutelar, clubs deportivos, etc.
Jorge Gutiérrez, director comercial de TEB
Hoy día, el grupo cumple con su misión de generar ocupación en colectivos vulnerables en una clara apuesta por la responsabilidad social y ofrece productos y servicios de calidad, a la vez que da empleo a más de 850 personas con discapacidad intelectual.
El obrador está situado en el barrio barcelonés de Verdun y no solo operan bajo el control del CCPAE (Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica), sino que revalidan anualmente la certificación IFS (International Food Standard), el sello de calidad más prestigioso de Europa en seguridad alimentaria y nada fácil de conseguir.
Comenzaron suministrando setas frescas; poco después llegó La Despensa Social, una gama de recetas a base de ingredientes deshidratados como quinoas y sofritos muy fáciles de preparar.
Solo trabajan con materia prima ecológica, siempre sin conservantes, colorantes ni añadidos artificiales, y ni una sola E. Las recetas las mezclan y envasan trabajadores con discapacidad intelectual en las salas de alimentación certificadas de nuestros centros especiales de trabajo.
Su departamento de calidad innova continuamente, pero solo venden lo que les gusta comer en casa.
En Veritas puedes encontrar quinoa con calabacín, tomate y semillas de chía y quinoa con setas y semillas de sésamo, además de dos preparados para sofrito: con chili, y con tomillo y orégano.
El hecho de elegir alimentos deshidratados no es casual, ya que la deshidratación es el sistema de conservación más antiguo de la humanidad. Al eliminar solo el agua, los sabores y aromas permanecen íntegramente en el producto, junto con la totalidad de los nutrientes. Además, no necesitan nevera, la caducidad es larga y el desperdicio es cero.
Colaborar con Veritas fue algo natural, ya que ambas organizaciones nos encontramos en un momento idóneo hace ya más de una década. Cuando Veritas tuvo la necesidad de buscar un proveedor que elaborase sus risottos fuimos su primera elección.
Jorge Gutiérrez, director comercial de TEB
El risotto es un plato típico de Italia que se prepara con arroz y queso parmesano. La gama de risottos deshidratados Veritas se elabora con ingredientes ecológicos seleccionados, combinando sabores, aromas y texturas diferentes, para que puedas disfrutar de un plato delicioso de una manera rápida y sencilla. A excepción del risotto con gambas, el resto de las variedades (con setas, con tomate y albahaca, con espárragos y con alcachofas) son veganas.
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En la finca de Ramon Garulo cultivan diferentes variedades de manzanas ecológicas que llegan a nuestros supermercados pocas horas después de su recolección. Así puedes disfrutar de su frescura y sabor inigualables y beneficiarte de todos sus nutrientes, que no han tenido tiempo de oxidarse.
Ramon Garulo es la persona que hay detrás de las peras y las manzanas que se venden en Veritas y su historia es el resultado del esfuerzo, el compromiso y la sostenibilidad.
Nacido en una familia de payeses, se formó como ingeniero agrónomo y fueron su interés por la entomología, su amor por el medio ambiente y su filosofía de vida basada en la responsabilidad y el equilibrio los motivos que le impulsaron a transformar, hace casi dos décadas, la finca familiar en ecológica.
“Con Veritas estamos en contacto diario, planificamos juntos la temporada y vamos solucionando los problemas que surgen”
Ramon Garulo
Un día decidió contactar con Veritas y, tras un primer intercambio de impresiones, se estableció rápidamente una conexión especial porque “compartimos la misma filosofía y nuestra fruta encaja a la perfección: es ecológica, de proximidad y con una huella de carbono mínima”, explica Ramon.
La relación laboral es hoy prácticamente fraternal: “estamos en contacto diario, planificamos juntos la temporada y vamos solucionando los problemas que surgen”. Además, “el soporte de Veritas es fundamental en este momento en el que la demanda de fruta ecológica crece y los pequeños agricultores vemos como hay grandes empresas que pretenden replicar el modelo industrial de manera ecológica, lo que amenaza el cultivo artesanal y va en detrimento del producto final”.
La manzana es la fruta de Lleida por excelencia y es allí, en Barbens, donde se encuentra la finca. “Tenemos un clima privilegiado para el manzano y conseguimos frutos extraordinarios en cuanto a características organolépticas y nutricionales, siendo su valor principal el manejo ecológico”.
El objetivo de Ramon es “crear comunidad, consumiendo productos locales y dando trabajo a gente de la zona”
Ramon Garulo
Para lograrlo, “apostamos por variedades autóctonas y vigorosas, la parcela está rodeada de franjas de seguridad para evitar la posible contaminación ambiental y pasamos hasta cinco veces por cada árbol para recolectar las piezas en su punto”.
Además, todos los trabajadores, incluidos los temporales, son vecinos de la comarca y los mismos desde hace 17 años. El objetivo de Ramon es “crear comunidad, consumiendo productos locales y dando trabajo a gente de la zona”
Sin conservantes, sin aditivos, sin aromas artificiales…, ¡solo verduras frescas y nada más! Esa es la esencia de los patés ecológicos Horta de Santa Clara, que facilitan la inclusión sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social y diversidad funcional. Lamentablemente, esta gran iniciativa no tendrá continuidad y los patés pronto dejarán de producirse, aunque todavía podrás disfrutarlos durante un tiempo.
Estamos muy orgullosos de nuestros compañeros de viaje, con quienes compartimos un objetivo común: ofrecer la mejor alimentación posible para las personas y el planeta. Cuando, además, la forma de producir esos alimentos cumple una función social, nos sentimos aún más orgullosos. Es el caso de los patés ecológicos Horta de Santa Clara, que dan empleo a personas en riesgo de exclusión social y diversidad funcional. Se elaboran con verduras y hortalizas ecológicas recién recolectadas y cocinadas al horno o al vapor, para preservar intactos su sabor y sus nutrientes, y están envasados en vidrio sin aditivos ni conservantes ni aromas artificiales, tan solo con unas gotas de limón a modo de conservante natural.
La suya ha sido una historia de ilusión, esperanza y conciencia social que comenzó cuando las hermanas clarisas de Fortià (Girona) cedieron el monasterio de Santa Clara y sus terrenos a la Fundació Acollida i Esperança, con el compromiso de que tuvieran un uso social.
“Nos entendimos al momento porque queríamos lo mismo: cuidar el entorno de manera ecológica y facilitar la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social y diversidad funcional”.
Josep Maria Lluch, director general de la fundación.
En ese momento eran dos los proyectos que estaban sobre la mesa: por un lado, cultivar verduras ecológicas en los jardines del monasterio ofreciendo puestos de trabajo a personas vulnerables; y por otro, convertir el edificio en una residencia para adultos dependientes menores de 65 años. El primero rápidamente vio la luz, encuadrado dentro de las actividades del Centro Especial de Trabajo Mansol Proyectos.
“El éxito fue tal que, además de seguir con el huerto, decidimos hacer patés y confituras vegetales con el apoyo inestimable de Veritas, que nos acompañó en el desarrollo de la línea de patés, desde la preparación del producto hasta el diseño del envase y las etiquetas”.
Josep Maria Lluch, director general de la fundación.
La idea inicial era que ambos proyectos se retroalimentarían, compartiendo suministros y otros gastos.
“Lamentablemente la residencia no ha podido salir adelante por distintos motivos y nos hemos visto obligados a traspasar la gestión del monasterio a la Fundació Mercè Fontanilles”.
Josep Maria Lluch, director general de la fundación.
Aunque el propósito de la residencia sigue en pie, las circunstancias actuales dificultan que sea una realidad a corto plazo, por lo que se han interrumpido tanto el huerto como la producción de patés.
Aun así, los patés seguirán estando disponibles en Veritas durante un tiempo.
“Tenemos la esperanza de que no sea un adiós, sino un hasta luego, pero hoy en día no está clara la continuidad. Sin embargo, la valoración de estos años no puede ser más positiva y nos sentimos muy satisfechos del camino recorrido junto a Veritas: hemos conseguido cerrar el círculo cultivando verduras ecológicas y elaborando patés con estas”.
Josep Maria Lluch, director general de la fundación.
Hoy los caminos de ambas entidades se separan en el aspecto comercial, pero siguen unidas por su conciencia social y sus esfuerzos para mejorar el mundo en el que vivimos.
Sin gluten, sin lactosa, sin azúcares añadidos y aptos para veganos, los patés Horta de Santa Clara certificados por el CCPAE poseen un porcentaje muy elevado de hortalizas y apenas un toque de aceite de oliva virgen extra, limón, especias y sal, en la justa medida para resaltar el sabor del ingrediente principal.
Todos ellos son excelentes para dipear, untar en tostadas o acompañar cualquier plato.
Puedes encontrar los patés ecológicos de l’Horta de Santa Clara en la tienda online de Veritas.
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Te presentamos a nuestros compañeros de viaje de Pomona, una empresa frutícola ecológica de Lleida. Xavier y Gemma apostaron hace unos años por volver al origen en la producción de manzanas y peras; por trabajar la tierra de forma ecológica, como lo hacían sus abuelos.
Xavier es la tercera generación de una familia que se dedica a la agricultura en la zona de Lleida desde hace 80 años. Su abuelo trabajaba la tierra de forma natural, cuidaba los árboles y se guiaba por la luna para producir las mejores cosechas. Con la revolución industrial, su padre abandonó los métodos naturales y, en palabras de Xavier, “olvidó el placer de producir”. Ahora, él, junto a su mujer Gemma, ha apostado por recuperar la forma de trabajar de su abuelo. “Con el ecológico estamos recuperando ese placer por observar, por ayudar a los árboles. Hemos vuelto a disfrutar de la fruticultura, a sentirnos una pieza importante del eslabón de la producción”.
Gemma nos explica que “hace cuatro años decidimos hacer un cambio en nuestras vidas, gracias a nuestros hijos”. En casa empezaron a consumir productos ecológicos y, a partir de ahí, hicieron un cambio de 180º: la empresa, la salud y el trabajo. “Decidí dejar mi trabajo porque viajaba mucho y no estaba suficiente tiempo con mis hijos. Al final, este cambio es general, en todos los sentidos. Me siento bien acompañando a mis hijos y produciendo ecológico, porque la agricultura ecológica no es solo hacer unas manzanas sanas, sino que es mucho más: es cuidar nuestros árboles, nuestras tierras e incluso nuestro entorno; el pueblo, la gente y el medio ambiente».
“Al final, todo este cambio se acompaña de un cambio espiritual. Para un momento, reflexiona y disfruta de la vida. Haz cosas que te hagan sentir bien contigo mismo”.
En la agricultura ecológica, la fruta se trata con productos ecológicos respetuosos con el planeta, que garantizan la biodiversidad. “En primavera, cuando empieza la producción, en vez de utilizar químicos de síntesis, nos ayudamos de las abejas para la polinización. Además, es un momento muy sensible para los hongos. Hay muchas enfermedades de la fruta que entran en ese momento. Utilizamos productos ecológicos como el azufre y el cobre”, nos explica Xavier. “Después, cuando empiezan los insectos, nos ayudamos de fusiones sexuales, que no eliminan a los insectos, sino que les confunde para evitar que pongan las larvas dentro del fruto. También evitamos que la piel quede estropeada con unos polvos cálcicos, que es un polvo de tierra que hace una barrera natural alrededor del fruto”.
Gemma nos define cómo es trabajar con Veritas. “Diría que es muy fácil porque colabora al 100%. Se adapta totalmente a nosotros. Somos unos agricultores pequeños, con una forma de trabajar muy manual. Veritas nos planifica con tiempo para que estemos preparados, nos envía sus previsiones y, si hay algún imprevisto, no hay problema. Nos apoya, se espera”. Gemma dice que como pequeño agricultor es muy fácil trabajar con Veritas “porque su prioridad se ve que es dar ayuda a los pequeños agricultores. Estamos agradecidos y contentos”.
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Puedes encontrar nuestras manzanas ecológicas en la tienda online.
El principal objetivo de Zealia Bio es ofrecer productos ecológicos de máxima calidad para personas celíacas y sensibles al gluten. La empresa elabora todos sus productos siguiendo los principios de sostenibilidad y comercio justo.
Cada 27 de mayo se celebra el Día Nacional de la las personas celíacas, una fecha que da visibilidad y apoyo a las personas que no toleran el gluten. La celiaquía afecta al 1% de la población española y cuyo único tratamiento es una dieta exenta de gluten.
En nuestras tiendas puedes encontrar un gran número de productos ecológicos sin gluten, entre los que destacan los de Zealia, uno de nuestros proveedores más queridos.
Fue la inquietud de conseguir un producto ecológico y sin gluten, de calidad superior y sin aditivos químicos, lo que impulsó a Eduard Dàvila y Rosa Quero a fundar la empresa hace ya más de 10 años.
Ambos teníamos formación y experiencia en el campo de la alimentación. Rosa es licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y yo soy doctor en Ciencias Experimentales. El primer paso fue montar un pequeño obrador, en el que pasamos muchas horas elaborando y horneando de manera artesanal.
Eduard Dàvila, fundador de Zealia Bio.
Los inicios no fueron fáciles y hubo muchas pruebas e intentos fallidos porque no hay recetas mágicas.
Podríamos decir que no nos equivocamos mil veces para conseguir un pan sin gluten esponjoso y saludable, sino que descubrimos mil maneras de no hacerlo.
Eduard Dàvila, fundador de Zealia Bio.
El encuentro con Veritas marcó un antes y un después para Zealia.
Solo tenemos palabras de agradecimiento. Veritas nos ayudó, nos acompañó y hasta confiaron en nosotros para elaborar referencias sin gluten de su marca propia.
Eduard Dàvila, fundador de Zealia Bio.
Buscan ser una alternativa a los habituales productos sin gluten ofrecidos por la industria que no tienen gluten, pero se les añaden aditivos sintéticos y grasas poco saludables que buscan imitar las características organolépticas del alimento original, a la vez que incrementan la cantidad de azúcar y sal para potenciar los sabores.
La esencia de nuestras recetas es seleccionar ingredientes naturales, ecológicos y nutritivos, evitando los azúcares refinados y las grasas hidrogenadas.
Rosa Quero, fundador de Zealia Bio.
Además de las cualidades organolépticas, es fundamental garantizar la seguridad que requiere un producto sin gluten, por lo que disponen de la certificación europea de espiga barrada, aparte de la certificación ecológica de todos los productos y la certificación vegana, cuando es el caso.
El pan fue el primero de sus productos y es también su producto estrella. Lo hacen como antes, con masa madre y una fermentación de 18 horas, con ingredientes que le proporcionan un óptimo perfil nutricional. Sus panes (chapata, de molde, de hamburguesa…) contienen fibra prebiótica y una mezcla de harinas nutritivas como la de trigo sarraceno, garbanzo, arroz, mijo, tef, quinoa…, que son integrales en muchas ocasiones.
La oferta de Zealia Bio ha ido evolucionando con el tiempo y actualmente tienen repostería (cookies, magdalenas), snacks (colines, tostadas), cereales (wraps, barritas), bases de pizza y pasta (fusilli). Y para sustituir al azúcar blanco refinado, optan por azúcar de dátil, de coco, integral de caña o concentrado de jugo de manzana.
En la tienda en online de Veritas encontrarás todos los productos de Zealia Bio. En concreto destacamos los panes proteicos low carb, bajos en carbohidratos y sin gluten. Ecológicos y muy ricos en fibra y omega-3, se elaboran sin harinas, a base de entonces y copos de alforfón, y los tenemos en tres versiones: Neuro+, Inmuno+ y Body+. Ideales para deportistas y aptos para las dietas keto y paleo!
Para Eduard y Rosa, Zealia Bio es una forma de entender la vida; aplican el conocimiento a la elaboración de alimentos saludables sin gluten ecológicos y buscan mejorar el bienestar de sus consumidores, su equipo y la red de clientes y proveedores. Defensores de la cultura de crear un mundo mejor en términos de salud, prosperidad y sostenibilidad, utilizan materiales 100% reciclables para sus envases, están comprometidos con los ODS y, aunque no están certificados como comercio justo, siguen sus directrices y respetan sus valores.
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Con esa filosofía, la relación con Veritas era algo casi inevitable, y así lo confirma Josep. “Nada más comenzar nos pusimos en contacto y de inmediato surgió una sinergia que ha ido creciendo y consolidándose con el paso del tiempo. Nos sentimos muy orgullosos de formar parte de un proyecto que ofrece productos frescos, ecológicos, de proximidad, y con los máximos estándares de calidad. Consensuamos los cultivos al inicio de cada temporada y mantenemos un contacto permanente para conseguir que las verduras lleguen al consumidor frescas y en sus máximas condiciones de calidad y de sabor. En cuanto entra un pedido se reorganizan las tareas para que al día siguiente, a primera hora de la mañana, la mercancía llegue a su destino”.
Con la primavera llegan a Veritas las cerezas ecológicas Cherrieco. Rojas, brillantes y jugosas, destacan por su delicioso sabor y extraordinaria frescura, ya que entre que se recogen y se entregan en las tiendas pasan menos de 24 horas.
Cherrieco es la empresa que produce toda la cereza ecológica que puedes encontrar en Veritas. Ramon Flotats es la persona al frente de este maravilloso proyecto que cobra vida en los campos de La Torre del Español, en Tarragona.
En Cherrieco se recoge la fruta cada día e inmediatamente se selecciona la de máxima calidad para nuestras tiendas, se pone en cajas y la misma tarde se envía para que al día siguiente pueda estar a la venta. La única refrigeración se hace durante el transporte, para contrarrestar los efectos del sol sobre el camión.
“Con este método de trabajo conseguimos diversos objetivos: podemos hacer la recolección en el punto óptimo de maduración, se conservan todas las propiedades y cualidades organolépticas inalteradas, se hace una rotación diaria del stock y el cliente tienen acceso a unas cerezas de máxima calidad”
Ramon Flotats
Ramon Flotats afirma que gracias a Veritas ha podido desarrollar su idea de entender la producción ecológica como un equilibrio del que todos los participantes se beneficien.
“Esencialmente, todo es una cuestión de respeto, y en Cherrieco respetamos por igual la salud del consumidor, el medio ambiente y el equipo humano que hace posible que nuestra fruta llegue al consumidor fresca, sabrosa y nutritiva”
Ramon Flotats
La planificación conjunta de la temporada posibilita que los consumidores puedan disfrutar de unas cerezas de altísima calidad cosechadas menos de 24 horas antes.
El cultivo de las cerezas está certificado por el CCPAE (Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica) y se fundamenta en el principio de evitar cualquier abono o pesticida de síntesis química, para garantizar que la fruta esté libre de residuos tóxicos. Únicamente emplean abonos orgánicos, las tierras de cultivo están exuberantes de flora y fauna autóctonas, y los trabajadores realizan una tarea consciente, integradora, gratificante, justamente remunerada y con todas las garantías sociales.
La sostenibilidad y la responsabilidad social son también fundamentales en Cherrieco y desde hace tiempo están implantando acciones concretas desde distintas perspectivas.
Colaboramos con organizaciones sociales para comercializar una parte de nuestra cosecha, utilizamos envases y embalajes reciclables y compostables, apoyamos la economía local para participar en su desarrollo, y hemos mejorado los métodos de riego con el objetivo de consumir menos agua y electricidad, que siempre es de origen fotovoltaico.
Ramon Flotats
Uno de los aspectos de los que Flotats se siente especialmente orgulloso es la recuperación de variedades tradicionales en sus versiones óptimas, las más adaptadas al clima y al terreno.
La burlat es la cereza temprana de mejores cualidades organolépticas y, al llevar muchísimas décadas cultivándose en la zona, se ha ido diferenciando internamente, lo que nos permite seleccionar los ejemplares más idóneos para su reproducción por injerto en las nuevas plantaciones o renovaciones.
Ramon Flotats
Las cerezas son ricas en hidratos de carbono, proteínas, fibra y vitaminas. Su característico color rojizo se debe al alto nivel de antocianinas, un potente antioxidante responsable de muchas de las propiedades saludables, que las convierten en una verdadera superfruta.
¡Fresas, frambuesas y arándanos! Los frutos rojos Flor de Doñana inundan de color y sabor nuestras estanterías. Ecológicos, deliciosos y saludables, cada pequeña pieza atesora horas y horas de sol y el trabajo incansable de muchas manos. De Doñana a tu mesa: ¡disfrútalos!
Hace más de dos décadas, Juan María Rodríguez Borrero emprendía un proyecto agrícola en Almonte, Huelva, la tierra que le vio nacer. Enmarcados en pleno Parque Nacional de Doñana, considerado la mayor reserva ecológica de Europa, los cultivos que impulsaba solo podían ser ecológicos, ya que “es la única forma de ser completamente respetuosos con el entorno”, afirma Rodríguez.
Primero llegaron las fresas; después, las frambuesas, las moras y los arándanos; y más tarde, los higos y las granadas.
Así, de manera progresiva, consolidamos un equipo que aúna la sabiduría tradicional con la investigación más puntera; y justamente fue esa manera de hacer, junto con nuestra defensa de Doñana y nuestros valores sociales, lo que llamó la atención de Veritas, cuando nos conocimos en la Feria Biofach.
Juan María Rodríguez Borrero, Flor de Doñana.
Hoy, muchos años después, ambas compañías siguen colaborando y confiando la una en la otra:
Después de tanto tiempo, ya somos amigos y nos sigue uniendo la pasión por la naturaleza, la alimentación ecológica y la sostenibilidad social y medioambiental.
Juan María Rodríguez Borrero, Flor de Doñana.
En Flor de Doñana tienen claro que el manejo ecológico es un fin en sí mismo y la mejor receta para preservar la salud del suelo, el agua y la biodiversidad. Poseen las más importantes certificaciones sociales a nivel europeo y mundial, que acreditan su buen hacer, y practican la agricultura regenerativa, “en la que se busca una retroalimentación entre la fauna, la flora y las personas: los animales son parte del proceso de cultivo, sus excrementos sirven de abono y algunas especies se encargan de eliminar de manera natural las plagas”. La meta es conservar el preciado ecosistema de Doñana “para que nuestros hijos, nietos y siguientes generaciones puedan vivirlo y disfrutarlo”.
La inmensa mayoría de sus trabajadores son de Almonte y fomentan la conciliación familiar, el principio de igualdad –con un 80% de mujeres en la plantilla– y las relaciones justas.
Somos una empresa socialmente justa, uno de los motores económicos de la zona, y siempre estamos dispuestos a colaborar con asociaciones, residencias, centros de salud y el Ayuntamiento, cediendo producto para quienes lo necesitan.
Juan María Rodríguez Borrero, Flor de Doñana.
Entre algunos de sus proyectos más relevantes están la optimización de la energía solar para reducir su huella de carbono y llegar a ser carbon neutral; su objetivo Freeplastick 2022, que implica que todos sus envases sean biodegradables y estén libres de plástico; y, dentro de su estricta política de ahorro de agua, la participación en LIFE 4Doñana, un proyecto sobre los beneficios ambientales, productivos y económicos de un nuevo sistema de riego a demanda mediante el que cada planta marcará la cantidad de agua que verdaderamente necesita.
Juan María está especialmente orgulloso de los numerosos reconocimientos obtenidos en los últimos años, que avalan su trabajo y esfuerzo. En 2018, se convirtieron en la primera empresa agroalimentaria española en conseguir el certificado internacional B Corp; en 2019, obtuvieron el premio de Mejor Empresa para el Mundo 2019 en la categoría de Environment; y en 2021, han sido uno de los premiados en los Best for the World, unos galardones que reconocen cada año a las empresas B Corp que alcanzan la mayor puntuación en las áreas de comunidad, clientes, medio ambiente, gobernanza y trabajadores.