
Atención al cliente
Horario: L-V:9h-20h S:9h-14h
(excepto festivos)
(+34) 930 346 443

Compra online

Veritas
Al no estar refinados, el valor nutricional de los cereales integrales se mantiene intacto y son más ricos en minerales y fibra.
Esta riqueza se acentúa cuando son de cultivo ecológico, ya que la agricultura ecológica propicia el desarrollo natural de los nutrientes del suelo sin la intervención de fitosanitarios químicos.
Una gran parte de los derivados de cereales no ecológicos que se presentan como integrales no se han molturado en su totalidad, sino que han sido sometidos a un refinado y, posteriormente, se ha mezclado un porcentaje de salvado con la harina blanca. De ahí el etiquetado «con un X% de salvado».
Sin embargo, los integrales de verdad incluyen todas las partes del grano: germen, albumen, testa y pericarpio.
Los alimentos refinados son alimentos desequilibrados y en su composición nutricional destaca un nutriente mayoritario: los glúcidos simples, que provocan una rápida elevación del nivel glucémico en la sangre, causando fatiga y desequilibrio.
En el caso concreto de los cereales, el grano entero conserva el salvado y el germen, dos excelentes fuentes de fibra, vitaminas del grupo B y minerales.
Así, al analizar el arroz ecológico de las variedades Albufera, Cormorán y J. Sendra (Raigón, 2010) -antes y después de la eliminación de la cáscara)- queda patente que cuando el cereal no está descascarillado contiene concentraciones superiores de los siguientes minerales: sodio, zinc, calcio, fósforo y magnesio.
A este respecto, tan importante como consumir cereales integrales es que sean ecológicos, debido a que en la producción no ecológica se usan pesticidas y plaguicidas cuyos restos se acumulan en las partes externas del grano, que constituyen el salvado y que se incorporan a la harina.
M.D. Raigón
Alimentarse correctamente es bien sencillo. De hecho, solo hay que comer alimentos de calidad y variados, aplicar el sentido común y no dejarse llevar por modas pasajeras.
Para tener una dieta equilibrada comienza por lo más básico, y si no te sientes mejor y con más energía, vuélvelo a probar, y si sigue sin funcionar, te recomendamos que te pongas en manos de un especialista. Las dietas deben ser personalizadas, porque si lo más básico no funciona es probable que exista algún problema metabólico, alguna intolerancia o alergia.
Puedes encontrar todos los productos de este artículo en la tienda online de Veritas o en las tiendas físicas. ¡Encuentra tu supermercado Veritas más cercano!
La macrobiótica aconseja comer cereales, legumbres, verduras, derivados de la soja, fruta cruda en pequeñas cantidades, proteínas vegetales… Una dieta que, acompañada de un estilo de vida tranquilo y ordenado, repercutirá directamente en la salud y el bienestar del organismo.
La palabra macrobiótica tiene su origen en el griego macro (grande) y bios (vida). A mediados del siglo XX, el japonés Oshawa aplicó este término (que él traducía como el arte de la longevidad) a su dieta de alimentos naturales al estilo oriental. Actualmente, y gracias al trabajo de sus discípulos Herman Aihara y Michio Kushi, la macrobiótica disfruta de una gran popularidad en todo el mundo.
Michio Kushi da las directrices de la dieta macrobiótica estándar y las proporciones diarias que se tienen que tomar de cada grupo de alimentos. Además de los consejos dietéticos, también recomienda una serie de normas para disfrutar de la vida como, por ejemplo: vivir feliz, mantenerse activo, expresar gratitud, masticar bien, irse a dormir y levantarse pronto, mantener la casa ordenada… Y a la hora de cocinar aconseja hacerlo en un ambiente tranquilo.
Dentro de los consejos alimentarios recomienda que todos los productos que comamos sean integrales y preferiblemente ecológicos. También, aconseja evitar el azúcar, el chocolate, los lácteos, las frutas y verduras tropicales y los estimulantes como el café y el té negro. Así como reducir el consumo de proteína animal y de alimentos envasados.
Puedes encontrar todos los productos de este artículo en la tienda online de Veritas o en las tiendas físicas. ¡Encuentra tu supermercado Veritas más cercano!
Adelgazar y mantenerse en el peso deseado puede ser más fácil gracias a los principios de la macrobiótica. Por regla general, los que siguen esta dieta están en su peso, ya que además de seguir una alimentación simple, sana y equilibrada, evitan las grasas saturadas y los azúcares simples.
Compuesta básicamente de cereales integrales naturales de origen ecológico, la dieta macrobiótica no se basa en reglas rígidas (al contrario de lo que mucha gente piensa), sino en criterios generales que cada uno tiene que adaptar a sus circunstancias particulares. De hecho, más que un régimen de adelgazamiento, la macrobiótica consiste en una concepción de vida que integra alimentación equilibrada, salud y espiritualidad.
Una comida macrobiótica tiene hasta un 10% de fibra. Perla Palacci, autora del libro «Macrobiótica para todos», indica que esta dieta no solo nutre de forma equilibrada, sino que también tiene un gran poder saciante. Como consecuencia, se produce un cambio en el metabolismo, hecho que suele traducirse en un adelgazamiento progresivo y equilibrado que ayuda al cuerpo a eliminar los residuos que no necesita a la vez que se gana energía y vitalidad.
A diferencia de las dietas de adelgazamiento habituales, altas en proteínas y bajas en carbohidratos, en la macrobiótica los hidratos de carbono completos constituyen entre el 40 y el 60% del total de la ingesta, un hecho que reduce el deseo de dulces y de otros alimentos que engordan.
Si hay sobrepeso, siguiendo este régimen de forma controlada puede haber una pérdida aproximada de medio kilo a un kilo por semana. Además, es recomendable hacer 4 o 5 ingestas diarias, masticar muy bien, estar activo físicamente y mantener una actitud mental alegre y positiva.
Puedes encontrar todos los productos de este artículo en la tienda online de Veritas o en las tiendas físicas. ¡Encuentra tu supermercado Veritas más cercano!
Según la macrobiótica, la base de una alimentación equilibrada la constituyen principalmente los cereales, ya que son una fuente de energía imprescindible.
Si revisamos la alimentación de nuestros antepasados veremos que tiene muchos puntos con la pirámide alimentaria de la macrobiótica. Una manera de comer que nos remite a los tiempos en que se comía, mayoritariamente, cereales integrales, verduras, hortalizas y frutas.
Según la macrobiótica, la base de una alimentación equilibrada la constituyen principalmente los cereales como elemento equilibrador, ya que su equilibrio yin y yang es el que más se aproxima al de nuestro organismo. En este sentido, los cereales tendrían que representar aproximadamente la mitad del total de la ingesta calórica diaria, ya que son una fuente de energía imprescindible.
Desde el punto de vista energético, los cereales son las semillas de la planta y, por tanto, tienen la capacidad de generar vida. Cuando el grano no es integral, o está aplastado en forma de harina, conserva una parte de sus nutrientes, pero ya no será capaz de crear una nueva planta.
En el contexto de una dieta macrobiótica lo recomendado es que los cereales integrales sean de cultivo ecológico, porque la gran cantidad de pesticidas que utiliza el cultivo no ecológico se acumulan la cáscara y el germen. Por tanto, cuando consumimos cereales integrales de origen ecológico nos aseguramos de que las sustancias de síntesis no lleguen a nuestro organismo.
La dieta macrobiótica aconseja comer los cereales (centeno, trigo sarraceno, mijo, avena, centeno, trigo…) en su versión integral, ya sean cocidos, hervidos o guisados, aunque también puedes incluir productos derivados, que van desde las sémolas y la pasta hasta las galletas de harina integral. Descubre las técnicas de cocina del mijo, el trigo sarraceno y la quinoa, para mantener intactos sus beneficios nutricionales.
Puedes encontrar todos los productos de este artículo en la tienda online de Veritas o en las tiendas físicas. ¡Encuentra tu supermercado Veritas más cercano!
Comer bien rejuvenece, ya que una dieta sana y equilibrada hace que la piel tenga un mejor aspecto y nos ayuda a sentirnos bien emocionalmente y a tener más vitalidad.
Sentirse joven es sinónimo de vitalidad, alegría, frescura, elasticidad, agilidad, ilusión… Y como antónimos de juventud tenemos el endurecimiento, la falta de vitalidad, la pérdida de ilusión, el estancamiento, la sequedad, etc. Por tanto, una manera de describir el hecho de rejuvenecer sería sentirse alegre y vibrante, tanto a nivel físico como mental. Pero no es posible rejuvenecer solo físicamente, ya que hay una unidad entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Así pues, se trata de activar los tres frentes.
La piel está formada por 7 capas repartidas entre la epidermis, la dermis y la capa subcutánea. La formación celular va del interior hacia la periferia, y desde que se forman hasta que por migración llegan a la epidermis, mueren y son expulsadas, el proceso dura unos 28 días de media.
Cuando se endurece grasa bajo la piel, recibe menos sangre, menos oxígeno y menos nutrientes. Esto hace que disminuya su habilidad para eliminar toxinas y tarda más en renovarse, lo que equivale a un aspecto menos joven.
Como la piel está nutrida por una gran cantidad de vasos sanguíneos, cualquier cambio en la condición de la sangre afecta rápidamente. De la misma manera, como la alimentación influye directamente en la sangre, comer de manera sana y equilibrada se traduce en una piel más joven y elástica.
Igualmente, una dieta alta en colesterol o grasas saturadas, la sobreexposición al sol, el exceso de sal, el tabaco, comer muchos productos horneados, tomar poca verdura fresca y pasar muchas horas delante del ordenador son actividades que absorben la vitalidad y provocan el envejecimiento prematuro.
Proporcionan una energía constante al metabolismo y las funciones vitales, al mismo tiempo que promueven una buena eliminación de las toxinas, un hecho que ayuda a mantener la piel limpia, clara y con buen aspecto.
Los cereales integrales mantienen la piel firme y suave porque incluyen su parte externa, que es rica en vitaminas, minerales, aceites y proteínas. Por su parte, los granos refinados generan el empobrecimiento de la piel, ya que están desprovistos de su capa exterior.
Para conseguir una belleza natural la mejor proteína es la vegetal (tofu, seitán y tempe) o la combinación de un cereal, una legumbre y una semilla.
Aportan a la piel elasticidad y frescura gracias a su contenido en vitaminas y minerales. Lo más recomendable es comerlas crudas o poco cocidas. Las vitaminas A, C y E son las que tienen más antioxidantes.
Desde hace siglos se conoce su capacidad para prolongar la vida, prevenir enfermedades y proporcionar belleza y salud. Contienen de 10 a 20 veces más minerales que las verduras terrestres y la mayoría eliminan metales pesados tóxicos y radiactivos del cuerpo. Desintoxican, son diuréticas y alcalinizan la sangre.
Descubre nuestra colección de recetas saludables.
Puedes encontrar todos los productos de este artículo en la tienda online de Veritas o en las tiendas físicas. ¡Encuentra tu supermercado Veritas más cercano!
Existen alimentos que pueden ayudarnos a regular los niveles de glucosa, para evitar una futura diabetes, siempre acompañados de un estilo de vida saludable y práctica de ejercicio.
Los alimentos que regulan el nivel de azúcar en sangre facilitan el trabajo al páncreas, que libera la cantidad exacta de insulina para que la glucosa entre en las células en la medida que éstas la necesitan. Todos ellos tienen en común su IG (índice glucémico) bajo. Destacan las verduras, algunas frutas y legumbres, los cereales integrales y los frutos secos.
Cuando existen desequilibrios con la glucosa, empezar la jornada con un desayuno a base de avena es una muy buena opción. Los betaglucanos y la fibra soluble que contiene la avena intervienen en la absorción intestinal y ayudan a controlar el exceso de azúcar en la sangre. También podemos incorporar este pseudocereal en nuestras comidas.
Edulcorante natural de origen vegetal que puede ayudar a regular los niveles de glucosa, incluso en personas que ya se encuentran en estado diabético. La estevia no aporta calorías y tienen un poder endulzante 300 veces superior al del azúcar.
Este pseudocereal ayuda a regular los niveles de glucosa gracias a su riqueza en fibra y lisina. Además, aporta buenas cantidades de hierro y calcio.
Es básico tener siempre a mano a la hora de cocinar, ya que se caracterizan por su efecto hipoglucemiante.
Algunos estudios han demostrado que tomar canela en ayunas contribuye a reducir los niveles de azúcar en sangre.
Todos los productos los encontrarás en nuestra tienda online.
Comer cereales en grano de manera regular nos asegura un buen nivel de energía y vitalidad gracias a sus beneficios nutricionales.
Los expertos recomiendan el consumo de cereales integrales. Se puede hacer en forma de granos enteros o bien en formas procesadas, como los copos, las sémolas o las harinas, pero la unidad energética y la vitalidad del grano entero es incomparable a la de una harina.
El rasgo diferencial de los cereales en grano integrales es que conservan sus tres componentes (salvado, endospermo y germen), manteniendo los nutrientes propios de cada uno de ellos. Además, resultan muy sabrosos y permiten múltiples opciones en la cocina.
Antes de consumir cualquier cereal o pseudocereal en grano es imprescindible dejarlo en remojo, lavarlo bien y, finalmente, cocerlo en abundante agua con laurel o un trozo de alga kombu. El objetivo es eliminar las sustancias protectoras que actúan como antinutrientes en el intestino y dificultan la asimilación de algunos minerales.
El arroz es uno de los cereales más consumidos en el mundo gracias a su versatilidad y a sus diferentes variedades: basmati, redondo, largo… Recuerda que el arroz rojo no es propiamente arroz y que el arroz negro, conocido como nerone, posee cuatro veces más hierro que el resto de arroces y mucha fibra.
El mijo es uno de los cereales más antiguos. Procede de África central y está siendo redescubierto en Occidente. Rico en hierro y magnesio, el mijo es un cereal muy energético según la medicina china.
Se encuentra entre los pocos cereales sin gluten, lo que resulta muy interesante para las personas celíacas, y se recomienda consumirlo con regularidad, entre una y cuatro veces por semana.
Puede servir de base para recetas dulces (flan de mijo con manzana y canela) o saladas (croquetas de mijo y verduras o pastel de mijo con bacalao y coliflor), y para potenciar su sabor hay que tostarlo ligeramente antes de hervirlo.
Ambos quedan muy bien en ensalada y son ideales para rellenar verduras. El cuscús es una sémola fina, facilísima de preparar, mientras que la sémola del bulgur es más gruesa. Siempre que sea posible, elige las versiones integrales para garantizar el aporte de vitaminas del grupo B y minerales.
Aunque suelen tomarse en copos, es recomendable consumir avena y cebada en grano. La avena destaca por su alto contenido en proteínas y en un tipo de fibra que disminuye la absorción del colesterol a nivel intestinal; y la cebada atesora una gran cantidad de minerales (potasio, magnesio, calcio, hierro y fósforo) y oligoelementos (selenio, zinc, manganeso y cobre), lo que la convierte en un alimento magnífico en caso de estados carenciales.
La espelta aporta los ocho aminoácidos esenciales, una cuestión de especial importancia para todos aquellos que no comen carne, ya que no obtienen aminoácidos de productos animales.
El centeno es muy energético y mineralizador y se aconseja en casos de arteriosclerosis e hipertensión arterial porque favorece la circulación de la sangre, da elasticidad a los vasos sanguíneos y regenera los capilares frágiles.
El maíz es un cereal que contiene betacaroteno, un antioxidante que combate el envejecimiento y protege la piel, los ojos y las vías respiratorias. Además, no contiene gluten.
Como es rico en hidratos de carbono de absorción lenta, nos aporta energía durante todo el día y eso lo hace adecuado para niños y deportistas. Su fibra favorece la digestión y reduce el colesterol, mientras que las vitaminas del grupo B tonifican el sistema nervioso.
Son pseudocereales, lo que significa que botánicamente no son cereales, pero sí que comparten muchas propiedades, aunque suelen ser más proteicos y antioxidantes. Tanto la quinoa como el trigo sarraceno están libres de gluten, tienen un bajo índice glucémico y se consideran superalimentos porque poseen proteínas de alta calidad y aminoácidos esenciales.
Puedes encontrar cereales en grano en la tienda online Veritas.
Descubre nuestras recetas con cereales.